viernes, 7 de octubre de 2016


Que solitario esta el día cuando tus pasos no siente,
su feliz algarabía en sus horas languidece.
El sol que por buscarte con su brío resplandece
ahora se oculta herido por tu figura ausente.
El aire sonoro al vuelo que gusta de besar tu frente
de pronto ha enmudecido en su canto permanente.
Hasta los rayos del sol que en tu pelo han hecho nido
ahora no tienen donde poder descansar al abrigo
de tu sonrisa encantadora, de tu aire de domingo,
que cada aquel que te mira, se convierte un poco en niño.
Por eso lloran las flores que en la campiña han surgido
solo por verte pasar y acariciar tu vestido.
Y el límpido arroyito que cada mañana obtiene
el privilegio de rozar tus suaves manos de nieve
no quiere marchar ya mas las aguas de su corriente
y las torna mas oscuras en aguerrida obsesión
porque él sabe que tu ausencia… desgarra mi corazón.

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