Surgiste a mi vida y me dejaste
regado de tus huellas un sendero
alumbrado con estrellas y luceros
que por toda mi vida prodigaste,
y el perfume del amor que regalaste
llena tanto mi existencia de alegría
que al recordarlo me sonrío todavía
por la suerte que tuve al encontrarte.
Y aunque tanta distancia nos aleje
no hay tiempo que diluya el afecto
que supimos fundar entre los dos…
La amistad es un lazo que entreteje
el don de este cariño mas perfecto
que derrumban las murallas del adiós.
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