sábado, 8 de octubre de 2016
¿Por qué te apuras, amigo?
¿Por qué te apuras, amigo?
Deja que fluya tranquilo
lo que sucederá entre los dos.
No es que lo haga a mi modo
ni al tuyo, después de todo
es algo tácito, pautado,
sin haber nunca escuchado
de nuestra boca los términos
de ningún acuerdo interno
de mi parte y de la tuya.
Porque somos gente adulta,
pensante, agradecida,
y cuando a veces nos toca
un regalo de la vida
de encontrar la compañía
que ese instante precisa,
no la corremos con prisa
a su total devastación.
Y más bien, con precaución
la atendemos, la cuidamos
con alguna expectación
Más nunca nos acongojamos
cuando todo terminó,
y pensamos que algún día,
en alguna otra partida
se nos dará otra ocasión
de intentar, de resarcirnos
con alguna otra persona
pero siempre con respeto
por los momentos compartidos.
Quizás el interés se ha ido
Pero eso no implicaría
que hubo una equivocación.
No se dio, no se ha dado,
y si se da… qué bendición.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario