Que rara
demencia,
que vil
cobardía.
Que pena
guardada
en el
alma mía.
Quererte
es la muerte
que ronda
y porfía
¡te
quiero, te quiero!
Ni oyes,
ni miras.
Te quiero
silente,
tenaz letanía.
Y tú tan
presente
en tu
lejanía
Quererte
en silencio
porque no
eres mía.
Secreto guardado…
Silencio…
Agonía…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario